Segundo mandato de Trump: Las cripto pasan a ser el centro de atención
Siguiendo el contexto de cambios en las políticas globales tras la victoria de Donald Trump, la capitalización de mercado de las criptomonedas superó los $3.000 millones de dólares y el Índice de miedo y codicia se sitúa en Codicia extrema, acercándose al 90/100.
Mercado maduro, oportunidades maduras
Mientras los sistemas financieros tradicionales se preparan para cambios radicales, el mercado de las criptomonedas se encuentra en una posición extraña y ventajosa. Las criptomonedas, con Bitcoin a la cabeza, dejaron de ser una clase de activos para inversores especulativos, y son cada vez más reconocidas como reservas de valor descentralizadas y como cobertura frente a la inflación. La posible expansión fiscal de Trump y las presiones inflacionarias resultantes reforzarían la narrativa de Bitcoin como el "oro digital". En caso de que Trump siga adelante con su agenda fiscal, la inflación y la devaluación del dólar resultantes probablemente impulsarían a los inversores minoristas e institucionales hacia activos que ofrecieran una cobertura frente a los riesgos tradicionales de la moneda fiat.
Una tendencia notable es la incorporación gradual de Bitcoin a los portafolios de los fondos de pensiones, un movimiento que pone de manifiesto la maduración de Bitcoin como clase de activo reconocida. Los fondos de pensiones, tradicionalmente conservadores y centrados en preservar el valor a largo plazo, comenzaron a hacer asignaciones provisionales a Bitcoin , lo que indica una creciente aceptación del potencial de las criptomonedas como reserva de valor legítima en un entorno económico acelerado.
Holdings de Bitcoin en las TradFi y por naciones. Fuente: VanEck
Pero esta no es solo una historia de Bitcoin como refugio seguro. El mercado de las criptomonedas en general se beneficiará del enfoque de Trump hacia la desregulación. Sus promesas de reducir los obstáculos regulatorios, que deberían contar con el apoyo de un Senado y una Cámara de Representantes favorables a las criptomonedas, y que probablemente incluyan un cambio de liderazgo en la SEC, podrían fomentar un entorno propicio para la innovación. Los proyectos de infraestructura DeFi, Web3 y blockchain que estuvieron limitados durante mucho tiempo por la incertidumbre regulatoria pueden encontrar nuevas oportunidades para desarrollarse en un mercado estadounidense más amigable. En un entorno así, los activos digitales podrían pasar de ser activos marginales a componentes integrales del sistema financiero mundial, donde los inversores institucionales los ven ahora como diversificadores viables en una economía en rápida transformación.
Un camino audaz hacia nuevos máximos
El reciente repunte de Bitcoin trajo consigo máximos históricos consecutivos en solo dos días, alcanzando los $80.000 dólares el 10 de noviembre y subiendo después a $82.000, $84.000, $85.000, $87.000 y $89.000 dólares el 11 de noviembre, y selló el acuerdo de los $90.000 dólares en algunos exchanges el 13 de noviembre. Este notable movimiento al alza alimentó la convicción de que Bitcoin podría superar la marca de los seis dígitos. Este optimismo se debe no solo a las presiones inflacionarias y al debilitamiento del dólar, sino también a la singular dinámica del suministro de Bitcoin tras su cuarto halving, en abril de 2024. El halving , que redujo la recompensa del bloque de Bitcoin de 6,25 BTC a 3,125 BTC, añadió escasez (un factor históricamente significativo en los movimientos del precio de Bitcoin al alza) al mercado. Aunque una valoración de seis dígitos sigue siendo especulativa, la convergencia de un mayor interés institucional y la oferta limitada de Bitcoin le dan peso a esta audaz perspectiva.
BTC celebra sus nuevos ATH. Fuente: Alex Thorn/Galaxy Research
Caracterizado por una inflación persistente y unas tasas de interés bajas, el panorama económico actual refuerza aún más el atractivo de Bitcoin como cobertura frente a cualquier devaluación de la moneda fiat. Si las políticas de Trump contribuyen a presiones inflacionarias adicionales, Bitcoin podría ganar aún más tracción como reserva de valor y volverse aún más atractivo para los inversores minoristas e institucionales que buscan alternativas. Por primera vez, Bitcoin se posiciona oficialmente como un contrapeso potencial frente a los activos tradicionales, ya que ofrece un depósito de valor único en una era de incertidumbre económica. Este entorno macroeconómico en evolución amplifica la credibilidad del ambicioso hito de los $100.000 dólares en un futuro próximo, quizá incluso para año nuevo de 2025. Sin embargo, si Bitcoin se acerca a los $100.000 dólares (o incluso ya a los $90.000 dólares), ten cuidado, porque es probable que se produzca una enorme oleada de toma de ganancias, e incluso una modesta caída del precio podría acabar liquidando cientos de millones en posiciones en long con apalancamiento.
Mientras tanto, Ethereum se beneficiará de condiciones económicas y regulatorias similares, aunque en una capacidad diferente dentro de la economía digital. Como base de las finanzas descentralizadas (DeFi), los smart contracts y los ecosistemas NFT, el valor de Ethereum viene impulsado por su utilidad más allá del ámbito de las conjeturas. Las expectativas de una mayor adopción institucional y los cambios regulatorios favorables bajo la administración de Trump podrían impulsar a Ethereum hacia los $5.000 dólares. Este crecimiento también podría impulsar las soluciones layer 2 desarrolladas sobre Ethereum pero diseñadas para transacciones más rápidas y económicas, y posicionarlas como una infraestructura clave en un ecosistema Ethereum de mayor valor. Con su adaptabilidad y el crecimiento de las aplicaciones en su plataforma, Ethereum está en una posición única para impulsar una nueva ola de innovación descentralizada no solo en las finanzas. En el mercado más amplio de las altcoins, las memecoins, como Dogecoin, también están experimentando un renovado interés. Dados los estrechos vínculos de Elon Musk con Trump y su abierto apoyo a Dogecoin, el llamado "Dogefather" reavivó el entusiasmo por el doggo alfa y su manada de memecoins que prosperan gracias al impulso social y político.
DOGE superó a XRP y luego a USDC en el transcurso de dos días (10 y 11 de noviembre de 2024) para convertirse en la sexta criptomoneda más grande. Fuente: CoinMarketCap
Navegar en una era de experimentación económica
El regreso de Trump trae consigo algo más que un cambio político: inicia una era de experimentación económica. Mientras Estados Unidos parece trazar un camino que combina elementos de nacionalismo, expansión fiscal y política industrial, los mercados mundiales lidiarán con sus implicancias. Europa, Asia y las naciones de la coalición BRICS pueden aumentar sus esfuerzos en la exploración de vías para reducir la dependencia del dólar y fortalecer los marcos económicos regionales teniendo en cuenta las políticas centradas en Estados Unidos de Trump. Para el mercado de las criptomonedas, en particular Bitcoin y Ethereum, estos cambios ofrecerían la validación y la oportunidad de consolidar su papel como activos esenciales en portafolios diversificados.
En última instancia, las políticas de Trump podrían establecer comparaciones tanto con el New Deal como con el capitalismo dirigido por el estado chino y, en ese proceso, redefinir la economía mundial. Pero, a diferencia de los experimentos económicos anteriores, esta vez, un activo descentralizado, como Bitcoin, está preparado para desempeñar un papel central en la navegación por la volatilidad. Para los holders de Bitcoin y Ethereum, los próximos años podrían suponer la realización de un sueño largamente esperado: el momento en que los activos digitales se integren realmente en la economía mundial y transformen no solo la riqueza, sino también la propia arquitectura de la seguridad financiera.
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