El mundo avanza hacia una nueva era en la adopción de criptomonedas, y el Bitcoin (BTC) emerge como una pieza clave en las reservas estratégicas de varios gobiernos.
Desde que El Salvador se convirtió en el primer país en adoptar el Bitcoin como reserva oficial, acumulando más de 5.800 BTC, otras naciones comienzan a considerar el potencial de la criptomoneda en sus estrategias económicas.
Estados Unidos, por ejemplo, ya posee reservas de Bitcoin, especialmente a través de confiscaciones de activos digitales. La gestión de estos fondos está bajo el control de entidades como el Departamento de Justicia y custodios profesionales, como Coinbase Custody.
Además, Donald Trump ha prometido fortalecer el uso de Bitcoin como una reserva estratégica, colocando este tema en el centro de las políticas económicas estadounidenses.
En Europa, países como el Reino Unido también están en el radar. Aunque los detalles son limitados, el gobierno británico trabaja en la creación de un marco regulatorio para las criptomonedas.
Esto sugiere que las futuras reservas estratégicas podrían ser gestionadas por custodios locales regulados, garantizando seguridad y cumplimiento con la legislación vigente.
Reserva estratégica de Bitcoin
Ucrania, en el contexto de la guerra, se destaca por utilizar Bitcoin y otras criptomonedas como forma de recaudación de fondos. Desde 2022, el país recibe donaciones en BTC y otras monedas digitales a través de carteras públicas.
Aunque los métodos de custodia son simples, la transparencia en la gestión de fondos se ha convertido en una característica clave de la estrategia ucraniana.
Bután, por otro lado, es un ejemplo de autocustodia avanzada. Desde 2019, el país utiliza su entidad estatal Druk Holding & Investments (DHI) para minar y gestionar Bitcoin directamente, demostrando un modelo independiente y técnicamente robusto.
Esta estrategia refuerza el potencial de Bután como un caso de éxito en la gestión de reservas estratégicas sin intermediarios.
Mientras tanto, hay países que consideran entrar en este mercado, como China, Brasil, Surinam y Venezuela. Lo que aún no está claro es cómo estos gobiernos planean custodiar sus reservas.
Modelos como el de El Salvador, que utiliza servicios de empresas como BitGo, o el del Reino Unido, que prioriza reguladores locales, podrían influir en estas decisiones.
Mientras tanto, este jueves (26), el Bitcoin sigue cotizando a la baja, con una caída del 2%, en torno a 95.000 dólares estadounidenses (aproximadamente 89.000 euros), tras un breve rally navideño que elevó el precio cerca de 100.000 dólares (aproximadamente 93.000 euros), según datos de CoinGecko.
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