Putin firmó orden ejecutiva que autoriza la venta de acciones de Goldman Sachs en Rusia

El presidente Vladímir Putin firmó una orden ejecutiva que autoriza la venta de las acciones de Goldman Sachs en Rusia. La medida permite que el fondo de inversión Balchug Capital, con sede en Armenia, adquiera las participaciones que poseía el banco estadounidense. No es la primera vez que una compañía extranjera que abandona Rusia es comprada por este fondo de inversión armenio.

Tras el inicio de la guerra en Ucrania en 2022, Goldman Sachs expresó públicamente su intención de retirarse del país. En ese momento, la firma llevaba 15 años operando en Rusia, con participaciones en empresas clave del sector energético como Gazprom y Rosneft.

Aunque sus porcentajes de propiedad eran reducidos (en el caso de Gazprom apenas un 0,1%) el valor total de las inversiones ascendía a 7.400 millones de rublos, equivalentes a 88 millones de dólares.

La venta de acciones de Goldman Sachs en Rusia marca el camino

Balchug Capital, fundado en 2010 por David Amarián, tiene su sede en Ereván, Armenia. Desde el inicio del conflicto en Ucrania, el fondo ha buscado ampliar su presencia en Rusia mediante la adquisición de activos de empresas extranjeras que abandonan el país.

En este contexto, la orden firmada por Putin autoriza la compra de «las siguientes acciones que pertenecen a la empresa Goldman Sachs International», detallando participaciones en firmas como Gazprom, Rostelekom, Rosneft, Novatek, Surgutneftegaz, Lukoil, entre otras.

El precedente de este tipo de medidas se remonta a un decreto firmado por Putin en 2022, poco antes del inicio del conflicto. Ese documento otorgaba al presidente la potestad de aplicar «medidas económicas especiales en el sector financiero y energético en respuesta a acciones inamistosas por parte de ciertos países extranjeros y organizaciones internacionales».

La venta de las acciones de Goldman Sachs a un tercero ofrece beneficios para ambas partes. Por un lado, permite a la firma estadounidense retirarse completamente del mercado ruso. Por otro, garantiza al gobierno de Rusia que los activos serán asumidos por una entidad con solvencia y capacidad operativa.

En paralelo al aumento de las tensiones geopolíticas, otras multinacionales también han abandonado Rusia. Anteriormente, Balchug Capital adquirió el centro comercial Metrópolis en Moscú, que pertenecía a la estadounidense Hines. En el caso del centro de negocios Pulkovo Sky, ubicado en el aeropuerto de San Petersburgo, las compañías que se retiraron (EKE y Vicus, ambas finlandesas) también vendieron sus activos al fondo armenio.

Un caso destacado es el de Caterpillar. La firma estadounidense anunció su salida de Rusia en 2022, y en noviembre de 2023 Putin autorizó la venta de sus operaciones a PSK-New Solutions, una empresa que pertenece en un 99% a Balchug Capital. Estos antecedentes confirman el mensaje del Kremlin al mercado occidental: quien desee irse de Rusia, es libre de hacerlo, pero debe vender a un comprador autorizado.

Las tarifas de Trump podrían empeorar aún más la situación

Desde la invasión de Ucrania en 2022, Rusia se enfrenta a severas sanciones económicas impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea. En este contexto, las nuevas tarifas comerciales impulsadas por el presidente Trump podrían agravar aún más el panorama económico del país.

Si bien Rusia, China y Corea del Norte ya están bajo sanciones y no reciben aranceles directos adicionales, los costos de transacción a nivel global se incrementarán. Al mismo tiempo, el elevado gasto militar y la dependencia de los ingresos por petróleo y gas dificultan la sostenibilidad financiera de Rusia en el mediano plazo.