Senado estadounidense confirma a Paul Atkins como nuevo presidente de la SEC

Desde hace varios meses se sabía que Paul Atkins era el elegido de Trump para presidir la SEC. No obstante, el empresario y ex comisionado aún no había podido asumir el cargo. Finalmente, la espera terminó y el Senado le dio luz verde para ocupar la presidencia del organismo.

Es importante mencionar que Atkins no es una persona ajena a la Comisión de Bolsa y Valores. De hecho, entre 2002 y 2008 fue comisionado de la agencia. Tras su salida, se enfocó en los negocios y ahora cuenta con un patrimonio familiar de más de $320 millones de dólares, según documentos citados por Bloomberg.

Cabe destacar que esta nominación fue una de las más complicadas debido a que se trata de un cargo sensible para la estabilidad financiera estadounidense. De hecho, los senadores demócratas más hostiles a las criptomonedas se resistieron hasta el final a la nominación. Por ejemplo, Elizabeth Warren se mantuvo como la más inquisidora en contra del empresario.

Pese a ello, este miércoles se confirmó esta nominación de Donald Trump y ahora Atkins es oficialmente el nuevo presidente de la SEC. Esta noticia se produce en medio de un contexto interesante para el mundo financiero en el que el asunto de las tarifas está en el tapete.

Los retos del nuevo presidente de la SEC

A pesar de que Atkins inicia de manera tardía su compromiso al frente de la SEC, su trabajo no comienza de cero. Hasta ahora, el cargo de presidente interino lo ejerce Mark Uyeda, quien tomó el mando desde la salida oficial de Gary Gensler. En ese período, la Comisión dio importantes pasos, sobre todo en el sector innovación.

En cualquier caso, ahora el trabajo del nuevo jefe de la agencia reguladora es desmontar los rezagos de la operación ChokePoint 2.0. Esto implica eliminar la hostilidad estructural de la agencia en contra de las empresas del sector de criptomonedas. Para ello, debe atender numerosos cargos judiciales.

Asimismo, en el ámbito de las securities y otros activos bajo la jurisdicción de la SEC, debe emprender nuevas estrategias de vigilancia. Como se puede notar, se trata de un trabajo pesado que ahora debe enfrentar con una agencia con menos manos. En medio de los planes de aligerar la carga, la SEC se desprendió de más de 500 empleados.

Vale la pena mencionar que Atkins todavía enfrenta críticas por sus negocios relacionados con el sector innovación. De hecho, numerosos senadores demócratas que votaron en contra de su nominación citan conflictos de interés por parte del nuevo presidente de la SEC. Básicamente, ninguna persona que aspire a regular cierto tipo de activos financieros puede ser al mismo tiempo inversor de esos activos. 

Esto último podría anular la imparcialidad de la agencia. En todo caso, Atkins afirma que ya está al día con sus inversiones y que no existe posibilidad de un conflicto de interés.